Prohíbe fumar en los ambientes públicos cerrados y la publicidad
La Cámara de Diputados sancionó ayer una ley para combatir el tabaquismo, que prohíbe fumar en todos los ambientes públicos cerrados, impide la publicidad de todo producto elaborado sobre la base de tabaco, limita los lugares de expendio y veda la venta de cigarrillos a menores de 18 años, entre otras medidas. A partir de esta ley, a la que deberán adherir las provincias, desaparecerán los espacios para fumadores en restaurantes, bares y otros espacios cerrados.
La aprobación de la norma fue celebrada por el ministro de Salud, Juan Manzur, quien dijo que era "un día de fiesta para la salud pública" y que la ley será "una pieza clave" para reducir las 40.000 muertes anuales vinculadas con el consumo de cigarrillos.
También las principales firmas tabacaleras respaldaron la iniciativa, al sostener que se necesitaba un marco regulatorio.
El proyecto contó con el apoyo de todos los bloques de la Cámara baja y, en la votación en general, recogió el respaldo unánime de los 183 diputados presentes en el recinto. Sólo hubo una discusión en la votación en particular, referida a las cantidades de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono permitidas en los cigarrillos.
Aprobada en agosto del año pasado en el Senado, la ley se basa en un proyecto elaborado por la senadora Adriana Bortolozzi (PJ-Formosa). En Diputados fue impulsada por varios legisladores de distintas bancadas. "Es un día de fiesta para la salud pública. Esta es una ley que salva vidas", dijo la diputada Paula Bertol (Pro), una de las más decididas promotoras de la iniciativa. "Es el resultado de un trabajo que llevó más de veinte años", agregó, en referencia a un proyecto de similares características presentado en 1990 por el diputado Aldo Neri y aprobado en 1992, pero luego vetado por Carlos Menem.
Desde entonces, hubo muchos intentos de sancionar una ley de control del tabaco, pero todos se hicieron humo. "No hemos logrado hacerlo hasta hoy por la enorme presión de la industria tabacalera", afirmó el diputado Eduardo Macaluse (SI- Buenos Aires).
"El consumo de cigarrillo mata a alrededor de 40.000 argentinos por año, de los cuales 6000 son fumadores pasivos", sostuvo después Alicia Terada (Coalición Cívica). Como hicieron varios de sus colegas, la diputada destacó la necesidad de que el Congreso ratifique ahora el convenio marco para el control de la Organización Mundial de la Salud (OMS), firmado en 2003 por el entonces presidente Néstor Kirchner.
"Tenemos que tender a la prohibición total. Es paradójico que en los paquetes se aclare que el producto puede causar la muerte, pero que se siga permitiendo su comercialización", opinó Ariel Basteiro (Nuevo Encuentro-Buenos Aires).
Según lo establecido en la norma aprobada ayer, las regulaciones referidas a las advertencias sobre los efectos nocivos de los cigarrillos, que ocuparán la mitad de cada cara de los paquetes, comenzarán a aplicarse dentro de un año. Las limitaciones sobre la publicidad, que prohíben "la promoción y patrocinio de los productos elaborados con tabaco, en forma directa o indirecta, a través de cualquier medio de difusión o comunicación", deberán aplicarse dentro de seis meses.
El resto de los cambios comenzarán a regir, en cambio, desde la misma promulgación de la ley. Quedará prohibido fumar en los lugares públicos cerrados, en los centros de enseñanza, en hogares para ancianos, en museos y bibliotecas, en espacios culturales y deportivos, en medios de transporte y en sus terminales, y en cualquier otro espacio cerrado destinado al acceso de público. Sólo quedarán exceptuados de esa prohibición los patios, terrazas, balcones y demás áreas al aire libre de los espacios destinados al acceso de público.
Otras medidas de aplicación inmediata serán la creación de ambientes ciento por ciento libres de humo, la prohibición de venta de cigarrillos a menores de 18 años y del expendio de productos por unidad.
El día siguiente de la promulgación de la ley, quedará vedada la venta de cigarrillos en centros de enseñanza, establecimientos hospitalarios, edificios públicos, medios de transporte, y en museos, clubes o lugares de espectáculos públicos, como teatros, cines o estadios deportivos.
Otra medida que se aplicará de inmediato es la limitación de las cantidades de nicotina, de alquitrán y de monóxido de carbono permitidas en los cigarrillos. Este punto generó discusión: la diputada Marcela Rodríguez (Coalición Cívica-Buenos Aires) advirtió que los porcentajes que la norma consiente son superiores a los que en promedio contienen los productos que se venden actualmente. "¿Saben por qué esta vez no hubo el mismo lobby que otras veces? Porque esta ley no perjudica a las tabacaleras. Se ha cedido. No podemos engañar a la población", sostuvo Rodríguez, que propuso que se modificara ese artículo durante la votación en particular.
Su propuesta, que habría impedido la sanción de la ley dado que el proyecto hubiera debido regresar al Senado, no prosperó. "Quisiera aclarar que lo importante no es la cantidad permitida de cada sustancia, sino la cantidad de cigarrillos que se consumen. Me hubiera gustado que [las cantidades permitidas] fueran menores, pero ésta fue la ley posible, no es la ley milagro", argumentó Bertol.
Anoche las empresas Massalin Particulares y Nobleza Piccardo emitieron comunicados expresando su conformidad con la ley sancionada y celebraron la existencia de un marco regulatorio a nivel nacional.
Tras la sanción de la ley, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, se comprometió a retirar los ceniceros que aún conservan las bancas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, esto nos motiva a seguir adelante.
Nexo Gestión Integral te informa que tu comentario será moderado solo la primera vez al igual que si ingluyes enlaces.