Según publicó un matutino porteño, a partir de gestiones entre ambos gobiernos, ahora la empresa podrá continuar exportando automóviles a Brasil.
En este caso, se trata de automóviles fabricados en la planta cordobesa de Ferreyra y que fueron demorados en la frontera por 90 días.
La compañía prevé ingresar a partir de ahora alrededor de 12.500 vehículos por mes, lo que a fin de año sumaría un total de 78 mil unidades.
Según las explicaciones oficiales, los autos permanecieron varados en la aduana de Brasil por un paro y trabajo a reglamento de trabajadores de esa dependencia.
Además, el mercado automotriz brasileño había sufrido una fuerte desaceleración, pero facilidades otorgadas por la gestión de Dilma Rousseff a los consumidores permitieron revertir la situación.
La venta de automóviles en Brasil mostró en la primera quincena de julio una suba del 15,3% respecto del mismo período del año pasado.(NA). -
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