Por la imposibilidad de ahorrar en dólares, muchos se vuelcan a la compra de 0 km; el despacho de combustibles premium trepó en mayo y junio hasta 22%
La pérdida de poder adquisitivo, el encarecimiento de los productos o el estancamiento de la actividad, todas variables que desvelan a funcionarios, políticos y economistas, parecen no importarles a los automovilistas argentinos. Pese a que la economía no pone segunda y los precios dieron un salto importante en los últimos meses, la demanda de naftas y gasoil se disparó en mayo y en junio, a contramano de la performance que muestra el consumo en otros rubros.
El boom de los combustibles, además, encierra otra curiosidad: las ventas de los denominados premium -tanto el gasoil como la nafta-, es decir, los más caros del mercado, están entre los que más treparon en el último tiempo.
La súper y la nafta y el gasoil premium están más vinculados con el transporte privado o con el esparcimiento. "El alto consumo es consecuencia del atraso de los precios relativos de los combustibles y del crecimiento del parque automotor (también motorizado por los bajos precios), al que se han dirigido gran parte de los ahorros de la población que puede hacerlo, ante las restricciones cambiarias", explicó Juan José Aranguren, presidente de Shell, que junto a YPF, Esso (Axion), Oil y Petrobras son las marcas líderes del mercado.
Ante la imposibilidad de pasar sus ahorros a dólares por el cepo cambiario, una parte de los usuarios decidió invertir sus pesos en la compra de autos. Las estadísticas de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) lo confirman: en los primeros 7 meses del año se vendieron 585.011 vehículos, una subade 9,5% respecto de 2012.
Otros más avezados venden sus dólares en el mercado paralelo, por lo que el precio final les resulta más bajo. Por ambos caminos, el rubro más beneficiado es el de los vehículos importados, que se pagan en pesos y toman como referencia la cotización oficial del dólar, muy por debajo de las oscilaciones que muestra la cotización paralela.
Según Acara, en mayo, las marcas que más crecieron en ventas fueron las de vehículos de alta gama: Land Rover (268%), BMW (142%), Alfa Romeo (95%) y Mini (64%) son algunos ejemplos. Ninguno de sus fabricantes recomienda utilizar los combustibles más económicos.
La venta de gasoil premium se disparó en mayo un 18%, hasta los 124.435,3 metros cúbicos (m3), y 22% en junio, también en comparación con el mismo período del año pasado. El dato es muy llamativo, por diversos motivos. En la Argentina, el gasoil fue históricamente denominado el combustible del trabajo. Pero en su versión premium es un producto que apunta a un público selecto. En la Capital no se consigue a menos de $ 7,479 el litro; es decir, por encima de la nafta súper, el combustible de la clase media argentina. Tiene como destino, además, el tanque de autos de lujo, habitualmente importados.
En el mercado señalan que el repunte en la demanda de ese combustible puede estar relacionado con un achicamiento en la brecha de precios. Luego de los reacomodamientos en las pizarras que se desarrollaron en los últimos dos meses, el producto premium quedó un peso por encima del gasoil, que cuesta en las estaciones de servicio de YPF $ 6,493 el litro.
Aunque menos, el consumo de ese combustible, el de mayor venta en el país, trepó en mayo un 5% en comparación con el mismo período del año pasado. Encontrar una explicación para ese número es relativamente sencillo. "Las ventas de gasoil están vinculadas con la actividad económica, tanto transporte (comercial y de carga) como agrícola, que a su vez depende de las condiciones climáticas, que pueden afectar la actividad de ese sector", afirmó Aranguren
Este año, la cosecha de soja recuperó un 25%, mientras que la de maíz repuntó otro 18%. En total, la cosecha creció a 100,8 millones de toneladas, 11% más que en 2012, un año que estuvo afectado por la sequía.
En mayo, además, se notó una mejora en la actividad económica. De acuerdo con el estudio de Orlando Ferreres y Asociados, el PBI creció el mes pasado 5,5%, en comparación con un crecimiento de entre 0,2% y 1,5% para el primer trimestre según los cálculos de consultoras privadas. Ese repunte, sin embargo, no se sostuvo en junio, donde mostró una caída.
El capítulo de las naftas siguió un guión similar, pero aún más pronunciado. La venta de premium, el producto más oneroso del mercado, trepó un 10% en mayo, mientras que la súper, la dueña del segmento de naftas, escaló casi un 15% durante el quinto mes del año (en junio esos números fueron más moderados). "Tiene mucho que ver la cantidad de vehículos que se están vendiendo. La gente se queja por los precios, pero sigue cargando", sostuvo Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), que representa a estaciones de servicio en casi todo el país.
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